FILOSOFÍA SOBRE LA EDUCACIÓN FÍSICA

 - EDUCACIÓN MOTRIZ - EDUCACIÓN A TRAVÉS DEL MOVIMIENTO

 

 

Como otros aprendices del maestro Francisco Seirul·lo Vargas desde principios de 1980, he intentado comprender y aplicar su filosofía sobre la motricidad humana en mis experiencias profesionales y proyectos pedagógicos. El contexto de desarrollo e implementación del presente resumen también está fundamentado en la misma filosofía del maestro en lo relativo a la Educación Física, la Educación Motriz o la Educación a través del Movimiento; cuya interpretación, a partir de sus escritos y de las notas tomadas en sus clases (Seirul·lo-Vargas, 1985-2010), se exponen a continuación:

 

Nos desvinculamos de cualquier ideología y partimos de los valores humanos de autonomía y libertad, y de un principio de auto-exigencia profesional: enseñar a los niños algo que les pueda servir para su vida.

El movimiento humano es la mayor fuente de autoconocimiento en nuestra actividad formativa. Conociéndonos a nosotros mismos podemos conocer a los demás, desarrollarnos con ellos y, así, ser más felices. Hay que optimizar a la persona en su propio conocimiento, sus necesidades de esfuerzo particular y su conocimiento de sus posibilidades. La educación integral se consigue cuando el individuo es capaz de ser consciente en situación de movimiento de cómo es él mismo y cómo son los demás. En efecto, lo que nos optimiza y nos hace seres humanos es la capacidad de movimiento inteligente, y el proceso que compromete al ser humano para lograr algo es educación. Esto es ofrecerle algo a la persona que le sirva para su vida.

La motricidad es el primer valor de la propia persona, ya que a partir del movimiento desarrollamos las potencialidades del ser humano, se pueden poner a prueba sus capacidades de evaluación inmediata, la valoración de riesgos y compromisos, la necesidad de jerarquizar situaciones bajo categorizaciones muy diferenciadas y conseguir casi instantáneamente conocer otras opciones sobre las mismas categorías, de elaborar sus propios programas de actuación bajo presión espacial o temporal, y otras muchas alternativas que sólo la práctica motriz aporta y que ninguna otra materia por si sola ostenta.
La principal justificación de la práctica de la Educación Motriz es que es la única materia que de forma específica ayuda al ser humano a comprenderse mejor, para autoexigirse sin trampas y sin engaños. El movimiento es la actividad mejor dotada para ayudar al alumno a desarrollar su personalidad como ser humano, porque es capaz de implicar a todas las capacidades intelectuales de la persona. Además, otra gran potencialidad del movimiento es el feed-back inmediato, de extraordinario valor educativo.

Aparece un valor esencial, la primacía del alumno sobre la materia. El sujeto, por medio de sus propias capacidades y una actividad construida en su interés, por su iniciativa y libertad, va autogestionando su formación personal a través de una práctica vivida, va autoestructurando su personalidad.
Así, la Educación Motriz debe ser entendida como la educación que se logra a través de las estructuras físicas que soportan el movimiento humano y que son capaces de configurar la totalidad de la personalidad del individuo; nunca como la educación de lo físico que pertenece al hombre, a su cuerpo. Esto está, sin duda, integrado en el anterior compromiso. No es el cuerpo el que se mueve, es la persona la que se mueve, y esta opción de movimiento involucra necesariamente a todas las estructuras de la personalidad de quien se compromete en esa acción. Configurar la personalidad del individuo significa la participación activa en todo tipo de actividades motrices _ ya sean con el propio cuerpo (coordinación dinámica general), con el propio cuerpo en interacción con un móvil (coordinación dinámica especial), tanto en situaciones estáticas (equilibrios estáticos) como dinámicas (equilibrios dinámicos y reequilibrios), tanto en situaciones individuales como grupales _ que impliquen de forma diferenciada, significativa e interactiva todas las estructuras condicionales, coordinativas, cognitivas, afectivo-sociales, emotivo-volitivas, expresivo-creativas, bioenergéticas y mentales que puedan conformar la multitud de formas de actuación individual, en situaciones didácticas que permitan una auto-reflexión y un autoconocimiento, para crear una propia visión de aquella experiencia, para que el individuo conozca, evalúe y sea consciente de la auto-estructuración de su persona.

Por lo tanto, el aprendizaje de la de la Educación Motriz no es de modelos motores sino de estructuras de comportamiento motor que son descubiertas por el sujeto y mostradas por el profesor cuando propone tareas sucesivas relacionadas entre sí de manera que aplicando sobre ellas diferentes capacidades cognitivas, pueda el alumno abstraer de su conjunto una funcionalidad en cada tarea propuesta. El niño debe estar en disposición de poder realizar autopropuestas para lograr su autoestructuración cuando ya conoce estos mecanismos; en este punto es cuando realmente comienza su educación.

Su práctica se presenta como una actividad global y en cierto modo espiritual, en el más amplio sentido del término, que posibilita al niño ser verdaderamente participante, y no alguien sometido por obligación al cumplimiento de una tarea escolar más. Es, además, una actividad verbal de intercambio de información, tanto del profesor al alumno, como del alumno al profesor, pero principalmente una actividad motriz, concebida como experiencia, sin restricciones a la propia aportación e interpretación de la deseada motricidad. Bajo estas premisas la práctica del niño en la Educación Motriz es variada y creativa, potenciando la disponibilidad motriz promovida por su propio interés, que se pone de manifiesto cuando el alumno puede construir cualquier actividad y resolverla con su motricidad que, de esta forma, se pone a prueba.

Este valor exploratorio y de superación personal, de competencia, refuerza evidentemente las motivaciones primarias o intrínsecas, vinculando, en consecuencia, al niño de una forma continuada a este tipo de actividad. Este fuerte vínculo hace que la práctica no se abandone a lo largo de la vida del sujeto, siendo así fuente inagotable de autoconocimiento y autoaceptación durante el tiempo que se practique actividades motrices de esta categoría. Sus motivaciones, sus intereses, y sus necesidades son constantes y estructuran su personalidad, acompañándole toda la vida sea cual fuere su edad y actividad.
De este compromiso nace la posibilidad de autoeducación, a través de la realización de prácticas motrices en situaciones que permitan una interacción con el entorno en los términos inteligentes que hemos propuesto y que sólo el propio individuo conoce. Por eso, no creemos en la valoración, sino en la autoevaluación.

Es una concepción sistémica y holística de la persona para obtener su auto-estructuración diferenciada, mediante contenidos de alta variación y prácticas de alta variabilidad. La enseñanza y entrenamiento son un hecho único de optimización de procesos que se manifiestan como propiedades de cada estructura de la persona, dado que estas propiedades sólo pueden ser atendidas desde la interactividad dinámica del conjunto de sistemas y por la consistencia global de sus interacciones.

En relación a la práctica de Educación Motriz está la práctica deportiva desde las primeras edades. Hay que destacar que el objetivo de la Educación Motriz es educar y el del deporte ganar. Son objetivos diferentes y el proceso de formación ha de ser diferente, aunque ambos procesos pueden ser educativos o no, pueden ser incluso autodestructivos. Así, no es practicar un deporte sino el proceso que ha de seguir un individuo para conseguir ser un buen deportista. Para asegurarnos que eso suceda hemos de realizar práctica de Educación Motriz, porque el atractivo que tiene el deporte en nuestra sociedad, prioritariamente el valor agonístico frente a otros como el lúdico y eronístico, puede desviar los intereses educativos.

La Educación Motriz y Deportiva del ser humano no puede estar fundamentada en las ideologías del deporte actual como los valores higiénicos y de salud, el hombre que supera a la naturaleza, y otras connotaciones más modernas, que son una amalgama de ideales propios de la sociedad consumista y tecnológicamente industrializada. Debe basarse en la ciencia para configurar un tipo de práctica que comprometa íntegramente a la personalidad del individuo, que es un objetivo intemporal y prioritario.

Estas propuestas de práctica deportiva deben basarse en unos valores que consigan deportistas libres, creativos y cooperativos, entendiendo la competición no como un lugar de enfrentamiento si no como un espacio en el que jugando se manifiesten estos valores, jugando enamorados del juego, solamente concentrados en jugar bien, contrariamente a jugar enfadado o con miedos que son actitudes que hacen más débil a la persona. Rickson Gracie: “In the ring, I get completely rid of my consciousness and enter a zone of vacuum. My mind stops reasoning, and I start living inside my instinct and my training. I don't think of anything, of anyone; I don't hear sound. It's just me and my opponent.”
 

Lo educativo de las prácticas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos y psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas prácticas, de cualquier tipo de deporte, que permitan al deportista comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto-estructuración, configurando la totalidad de la personalidad del individuo.

Consideramos a la práctica deportiva, así constituida, como insustituible en la educación de la personalidad y este tipo de prácticas incluidas en otras con la misma filosofía de la acción motriz, constituyen la denominada Educación Motriz y Deportiva.

Cabría una crítica de estas propuestas diciendo que cualquier otra materia podría hacer lo mismo y que sólo la formación en la correcta motricidad y en lo orgánico es nuestra competencia. Ésta sería aceptable si esa supuesta materia pudiera aportar al alumno situaciones que al ponerlas en práctica, pusieran a prueba sus capacidades de evaluación inmediata, la valoración de riesgos y compromisos, la necesidad de jerarquizar situaciones bajo categorizaciones muy diferenciadas y poder casi instantáneamente conocer otras opciones sobre las mismas categorías, de elaborar sus propios programas de actuación bajo presión espacial o temporal, y otras muchas alternativas que sólo la práctica motriz aporta y que ninguna otra materia por si sola ostenta. Por lo tanto, la formación orgánica se presenta como una opción, más no la prioritaria ni la única. La optimización de la organización funcional (Ley de las variaciones estructurales de Piaget) ocasionada por la práctica de situaciones motrices, no es equiparable a la que otra materia podría aportar, por lo que un medio de esta potencialidad no puede ser infrautilizado solo, como simple estímulo orgánico corporal, más aún cuando este objeto orgánico se logra de forma evidente con el nivel de práctica requerido durante la actividad.

Esta filosofía, basada en los valores humanos de autonomía y libertad, permite impartir Educación Motriz a cualquier grupo de individuos con independencia de su situación socio-cultural.

Las experiencias de movimiento estructuradas bajo estas condiciones de práctica son las únicas que permiten implicar de forma interactiva todas las estructuras de la persona inteligente, hecho que les confiere un valor educativo totalmente diferencial, único e imprescindible para conseguir ciudadanos bien educados, autónomos y libres. Por lo tanto, disfrutar de más sesiones de Educación Motriz en la escuela es una necesidad pedagógica básica para conseguir una educación pública de calidad.

Desde los 3-4 hasta los 16-17 años es donde se establece y configura de la forma más determinante la personalidad del individuo. Por ello, en esta etapa debe ser conferido un alto nivel de actuación y protagonismo al profesor de Educación Motriz, en estrecha colaboración con el entrenador de iniciación deportiva.

A día de hoy, ni las personas de la sociedad ni las que representan las instituciones valoran suficientemente la labor del profesional de la Motricidad Humana. Es nuestra responsabilidad cambiar esta situación y hacer aumentar hasta el lugar que le corresponde el prestigio y relevancia real de la educación a través del movimiento.
Los profesionales de la Motricidad Humana tenemos la obligación de insistir en el gran valor educativo que tiene la Educación Motriz para todas las personas.

"Porque creo que ejercer de educador y pedagogo es obligación de todos los profesionales que envuelven la actividad física. Personas que formen personas, que conduzcan al sujeto, ayudándole a generar una energía que le permita satisfacer sus necesidades y no las necesidades del entrenador" (Seirul-lo Vargas, 2011).
 

by David Ribera-Nebot

 


 

Selección de documentos del maestro Francisco Seirul-lo Vargas en relación a la filosofía de la Educación Física:

Valores Educativos del Deporte
Valors Educatius de l'Esport

Aspectos Formativos de la Educación Física y el Deporte en la Edad Escolar
Aspectes Formatius de l'Educació Física i l'Esport a l'edad escolar

El Papel de la Educación Física de Base en el Desarrollo Psicológico y Social del Niño
El paper de l'Educació Física de Base en el desenvolupament psicològic i social del nen

http://www.entrenamientodeportivo.org/curiosidades/entrevista_inef_seirul-lo_marzo_2011.pdf
Entrevista al maestro Fco Seirul-lo Vargas sobre la Educación Física (2011)

Motricidad Básica y su Aplicación a la Iniciación Deportiva
Motricitat Bàsica i la seva Aplicació a la Iniciació Esportiva

Competencias: desde la Educación Física al Alto Rendimiento · Revista de E.F. (pdf)

Hacia la Autoevaluación en Educación Física

Formación del Profesional de la Educación Física y del Entrenamiento Deportivo

Andrés Iniesta como Mejor Jugador de Fútbol del Mundo

 

www.educacionmotriz.org

www.movementlearning.org

www.entrenamientodeportivo.org

 


 
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
(Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948)


Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;
este derecho incluye el de no ser molestado a causa de las opiniones,
el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas,
sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Article 19 
Everyone has the right to freedom of opinion and expression;
this right includes freedom to hold opinions without interference
 and to seek, receive and impart information and ideas
 through any media and regardless of frontiers.

   

 

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