LECTURES CURTES // LECTURAS CORTAS

 

 

Valentí Fuster, "Doctor Corazón"
JOSEP CORBELLA, Periodista

 

 

 

DOCTOR CORAZÓN
Cuando Valentí Fuster se marchó de Barcelona en 1976, a los 24 años, para ir a ampliar estudios en el extranjero, no sabía aún que no iba a volver. Más de media vida después dirige el Instituro Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York y es reconocido por sus investigaciones sobre el origen de las lesiones cardiovasculares, que han contribuido a mejorar la prevención y el tratamiento de los infartos. Actualmente, preside la Federación Mundial del Corazón. En 1996 recibió el premio Príncipe de Asturias de Investigación.

 

 

"Hay que reservarse un rato cada día para uno mismo, para pensar, simplemente pensar."

"Creo que en el mundo actual sobran prisas y falta reflexión"

"Hay gente que vive completamente estresada, que siempre va al límite, haciéndolo todo en el último minuto. Y yo creo que  a lo mejor les iría bien pararse un momento a meditar qué les hace ir siempre con prisas y cómo pueden remediarlo, no por proteger su corazón y cuidar su salud, sino simplemente por disfrutar más de la vida"

"Para mantener un nivel de colesterol adecuado, lo ideal es seguir una dieta mediterránea, que no sabemos exactamente cómo protege, pero sabemos en qué consiste. Se trata de una dieta muy variada."

"A mi la experiencia con mis pacientes me ha enseñado que, para perder peso, no hay nada más eficaz que perderlo poco a poco. Cuando me llega un paciente obeso, le digo: 'Usted debe perder un kilo cada mes, o un kilo cada dos meses".

"Constantemente me encuentro a personas que me dicen: 'Doctor, es que yo no tengo tiempo de hacer ejercicio'. Pero nunca es verdad. A estas personas no les falta el tiempo, les falta la prioridad para el ejercicio. el tiempo lo tienen, pero lo dedican a otras cosas."

"Tener una vida familiar y afectiva rica también tiene un gran efecto cardioprotector"

 

 

En casa de Valentí Fuster, el despertador suena a las cuatro y media de la madrugada. Media hora más tarde mientras Nueva York aún duerme, Fuster ya ha llegado a su despacho del hospital Mount Sinai, en la calle 98, donde se prepara un café y aprovecha el silencio de antes del alba para reflexionar.

"Estas primeras horas son el único momento del día que tengo para mí. Sé que a partir de las ocho empezará el frenesí. Pero a las cinco tengo un tiempo sin prisas, que me puedo administrar como quiera, y durante el que puedo reflexionar, preparar investigaciones, pensar qué podría hacer mejor...Creo que en el mundo actual sobran prisas y falta reflexión. Y yo no podría hacer muchas de las cosas que hago si no tuviera estas tres horas al día para mí."

7:30 ¿Café con leche y croissant?
"Naturalmente se puede tomar un croissant para desayunar. No es lo ideal, sería mejor tomar cereales. Pero estas pequeñas cosas, si uno no cae en excesos no creo que tengan un impacto importante para la salud. El cuerpo humano tiene una gran capacidad para absorber pequeñas agresiones que en exceso serían perjudiciales, como las grasas del croissant. En cuanto al café, casi todo el mundo puede tomar café por la mañana si le apetece. Hay dos excepciones. Quienes tienen presión arterial alta, porque la cafeína les hace subir la presión aún más. Y las personas que tienen taquicardias, porque la cafeína les puede perjudicar. Con estas excepciones, el café puede tomarlo cualquiera."

8:30 Deprisa deprisa.
"Quedarse pillado y ponerse nervioso en un atasco porque se tiene prisa por llegar al trabajo tampoco creo que afecte a la salud de una persona sana, pero desde luego afecta a su calidad de vida. Hay gente que vive completamente estresada, que siempre va al límite, haciéndolo todo en el último minuto. Y yo creo que  a lo mejor les iría bien pararse un momento a meditar qué les hace ir siempre con prisas y cómo pueden remediarlo, no por proteger su corazón y cuidar su salud, sino simplemente por disfrutar más de la vida."

"Nunca he hecho un proyecto con prisas que haya tenido después buenos resultados. No recuerdo ni uno. La prisa puede llevar a un resultado mecánico, a acabar un trabajo en la fecha fijada, pero desde el punto de vista del desarrollo personal, no lleva a nada."

"Esto nos lleva al problema del estrés. Hay una confusión generalizada sobre el estrés que tal vez conviene aclarar. Hay un tipo de estrés que puede llevar a infartos y otros episodios cardiovasculares agudos, incluso a la muerte súbita. Pero es un estrés momentáneo muy intenso. El estrés crónico, com el que sufren algunas personas que trabajan permanentemente bajo presión, es diferente. He visto a muy pocos pacientes en mi vida que tengan una enfermedad coronaria y que sólo tuvieran estrés. Casi siempre se puede encontrar algún elemento de riesgo como un colesterol alto, o hipertensión, o tabaquismo...Pensar que el estrés crónico es una causa directa de enfermedad cardíaca es erróneo. Puede ser el desencadenante de un infarto, pero no es la causa."

14:00 Comer: qué, cuánto, cómo.
"También sobre  la dieta hay algunas confusiones frecuentes. La más importante es que mucha gente confunde cómo bajar el peso y cómo bajar el colesterol, que son dos cosas totalmente distintas."

"Para bajar el peso, a menudo se comete el error de bajar agresivamente el consumo de hidratos de carbono. Por ejemplo, decir 'no voy a tomar hidratos de carbono en dos semanas'. Lo que ocurre entonces es que el cuerpo quema proteínas en lugar de hidratos de carbono, es decir, quema lo que no debe quemar."

"A mi la experiencia con mis pacientes me ha enseñado que, para perder peso, no hay nada más eficaz que perderlo poco a poco. Cuando me llega un paciente obeso, le digo: 'Usted debe perder un kilo cada mes, o un kilo cada dos meses". A personas muy obesas, puedo llegar a pedirles que bajen un kilo y medio al mes. Esto es lo máximo que yo recomiendo. A una persona que debería perder diez kilos le digo 'Tiene un año para perderlos'. Y no le pido que haga cosas extraordinarias. No le pido que se pese cada día. Al contrario, le aconsejo que no lo haga. Lo único que le aconsejo es que, cuando vaya a un restaurante, que es el lugar principal de aumento de peso, tome la mitad de lo que le ponen en el plato. Nada más."

"Estoy muy satisfecho porque no hago seguir ninguna norma drástica, y el resultado a largo plazo es muy bueno. La gente reduce el peso porque está motivada.

"El colesterol es otra cosa, aunque también hay muchas equivocaciones. El error más habitual es reducir drásticamente las grasas de la dieta, y lo que se consigue entonces es tomar más hidratos de carbono, con lo que puede que el colesterol baje, pero aumentan el peso y el riesgo de diabetes. Para mantener un nivel de colesterol adecuado, lo ideal es seguir una dieta mediterránea, que no sabemos exactamente cómo protege, pero sabemos en qué consiste. Se trata de una dieta muy variada, en la que no hay ningún alimento al que se puedan atribuir la mayoría de los beneficios, sino que lo que importa es el conjunto. Se puede tomar a diario frutas, hortalizas, verduras, legumbres, cereales, yogur, incluso queso. Una o dos veces por semana se recomienda tomar pescado. Como fuentes habituales de proteínas se recomiendan también carnes como el pollo, el pavo o el cordero. Y las carnes rojas ricas en grasas saturadas, como la ternera, no se recomiendan más de una vez cada dos semanas. Si con esta dieta el colesterol sigue elevado, cosa que es posible porque el nivel de colesterol depende en un 75% de los genes y en un 25% de la dieta, entonces hay que intervenir con medicación."

"Luego están los temas de la sal y del vino. Sobre la sal, y yo he seguido el debate por interés personal, se ha dicho de todo, pero hay un hecho que nadie discute. Si un enfermo hipertenso aumenta su consumo de sal, se vuelve más hipertenso. Por este motivo, si una persona es hipertensa, se le recomienda que modere el consumo de sal. Lo que no se sabe es si comer con mucha sal aumenta el riesgo de que las personas sanas se vuelvan después hipertensas. Parece que sí, pero no se han hecho estudios lo bastante amplios para saberlo con certeza."

"En cuanto al vino, quienes estamos en el campo de la investigación y la prevención nos encontramos en una posición difícil. Lo cierto es que el vino con moderación es bueno  y en exceso es malo. Malo para el hígado y malo para el corazón. Apenas hay diferencia de un vino a otro para los beneficios, ya que el componente que aporta estos beneficios es sobre todo el alcohol. El máximo beneficio cardiovascular se obtiene con una cantidad equivalente a dos vasos de vino al día. Yo acostumbro a tomar dos vasos de vino de lunes a viernes y dos cervezas los fines de semana."

15:00 El humo de los demás.
"Estar en un ambiente en que otras personas fuman es perjudicial.El tabaco puede causar daños cardiovasculares incluso en personas que no son fumadoras activas ni son adictas al tabaco. Y esto ocurre porque el tabaco tiene un efecto agudo sobre el sistema de coagulación de la sangre, más que un efecto acumulativo a largo plazo como se creía hasta ahora. Tenemos estudios de personas que han dejado de fumar y, al cabo de un mes, los efectos del tabaco sobre su sistema cardiovascular son casi nulos. Esto, por supuesto, no se puede extender a otras enfermedades relacionadas con el tabaco como el cáncer de pulmón. Pero en el sistema cardiovascular, el tabaco actúa sobre todo mientras uno fuma, y no según cuántos años haya fumado."

 

 


El cardiólogo cada verano sube un puerto del Tour de primera categoría.

 

 

17:00 Una hora para el deporte.
"Constantemente me encuentro a personas que me dicen: 'Doctor, es que yo no tengo tiempo de hacer ejercicio'. Pero nunca es verdad. A estas personas no les falta tiempo, les falta la prioridad para el ejercicio. El tiempo lo tienen, pero lo dedican a otras cosas."

En cuanto al ejercicio desde la perspectiva de prevención cardiovascular: "lo importante no es la intensidad del ejercicio que uno hace sino la intensidad que uno percibe. Es muy positivo, porque indica que una persona que no se siente capacitada para hacer ejercicio porque se cansa enseguida en realidad puede obtener importantes beneficios cardiovasculares incluso con un poco de ejercicio."

"Esto no significa que, como al atleta le cuesta más llegar a la sensación de fatiga, obtenga pocos beneficios del deporte que hace. En su caso, el efecto cardioprotector del ejercicio actúa por un mecanismo distinto, y aquí es donde entra en juego la duración. Lo que se ha visto es que practicar deporte con asiduidad cambia una serie de factores en la sangre, por ejemplo aumenta el HDL (el colesterol bueno) y reduce el LDL (el colesterol malo), y todo ello tiene un efecto protector sobre la pared de las arterias. Lo ideal, para conseguir este efecto, es hacer ejercicio por lo menos durante treinta minutos cuatr veces por semana. Una hora dos veces por semana podría tener el mismo efecto protector."

"Yo siempre que puedo camino o subo escaleras en lugar de ir en ascensor. Pero creo que no es suficiente porque, si uno no tiene la sensación de hacer esfuerzo, se queda a la mitad en protección cardiovascular. Así que yo a mis enfermos les digo, usted camine 3-4 kilómetros al día, calcule cuánto tarda, y cada mes procure bajar un minuto. Cuando llegue al punto en que nota que se fatiga mucho, habrá llegado al ideal para su salud cardiovascular."

21:00 Velada ante la tele.
"Tener una vida familiar y afectiva rica también tiene un gran efecto cardioprotector, aunque a veces no se piensa en ello. Comer mirando la tele, ¿en cuántos hogares se ha convertido en habitual? Aunque, no estoy contra la tele, que es parte de nuestra cultura. 

24:00 Cuántas horas dormir.
"Es discutible si es perjudicial o no, pero yo duermo cuatro horas. No necesito dormir más, y hay tantas cosas que hacer que prefiero estar despierto. No conozco ni un solo estudio que haya concluido que dormir poco aumente el riesgo de enfermedad cardiovascular."

Tiempo para pensar.
"A quienes se preocupan por su salud les aconsejaría que se reservasen un rato cada día, media hora por ejemplo, para ellos mismos, para poder pensar, simplemente pensar. Estamos en un mundo tremendamente acelerado, donde no hay tiempo de saber dónde estás ni adónde vas, y uno debe tomar partido sobre cuáles son sus objetivos en la vida y cómo conseguirlos. Para mí el objetivo siempre pasa por contribuir a la sociedad, porque las personas que sólo trabajan para sí mismas son muy vulnerables. Tarde o temprano se dan cuenta de que ya no pueden seguir contribuyendo más a ellas mismas. Ayudar a la comunidad es un modo de ayudarnos a nosotros mismos."

 

SEPTIEMBRE DE 2003


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