ATENCIÓN
A LOS SÍNTOMAS DE LA MENINGITIS
DRA. NÚRIA CASAMITJANA*
25/3/2006
La meningitis es un proceso
inflamatorio de origen normalmente infeccioso que afecta a las membranas
que recubren el cerebro y la médula espinal. Los gérmenes responsables
son muy diversos y de procedencia muy variable, bacterias y virus
principalmente.
La meningitis
bacteriana es menos frecuente pero puede ser muy grave y necesita
tratamiento urgente con antibióticos. Hay tres tipos de gérmenes que
pueden provocarla: los meningococos, los pneumococos que son normalmente
los responsables de las neumonías y el denominado Hemofilus
influenzae (tipo b) o Hib.
Las meningitis
virales son más frecuentes pero, en principio, menos graves, y no se
tratan con antibióticos. Los síntomas son idénticos y sólo los análisis
pueden determinar la clase de meningitis de la que se trata. Los síntomas
son dolor de cabeza, fiebre, vómitos, letargia progresiva, somnolencia
o confusión. Es característica también la intolerancia del enfermo al
ruido y a la luz. También erupción cutánea, con manchas rojas. Todos
estos síntomas pueden aparecer simultáneamente o no. En los bebés
suelen ser menos definidos y es necesario estar atentos a las
modificaciones de su comportamiento. Puede evolucionar en un día o dos
y en ocasiones algunas horas son suficientes para que el paciente
presente un estado grave.
Aunque la meningitis
puede afectar en cualquier edad, existe una mayor presentación en niños
menores de 5 años. En los más pequeños suelen ser más comunes la
meningitis por Hib y las neumocócicas. Las meningocócicas se observan
con frecuencia hasta los 19 años, pero también en adultos.
Las bacterias que
pueden causar una meningitis son muy comunes y pueden ser portadoras de
ellas personas de todas las edades, aunque sólo en raras ocasiones
sobrepasan las defensas del organismo y causan una meningitis.
No hay una sola
vacuna que proteja contra todas las clases de meningitis bacterianas,
pero sí que existe vacuna independiente para la meningitis por Hib,
otras que protegen frente a las meningitis neumocóccicas y también
otras frente a distintos grupos serológicos de la meningocóccica.
En caso de sospecha
de meningitis debe consultarse en seguida con el médico, que
probablemente dispondrá la hospitalización del enfermo para establecer
el diagnóstico exacto. En la mayoría de casos, cuando se presenta un
caso de meningitis bacteriana se establece también tratamiento antibiótico
a los miembros directos de la familia y a todas las personas del entorno
más próximo del enfermo.
*RESPONSABLE DEL
CENTRO DE INFORMACIÓN DEL MEDICAMENTO.
COL.LEGI DE FARMACÈUTICS
DE BARCELONA
www.farmaceuticonline.com
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