Valero
Rivera: "Me equivoqué al decir que me iría por una pancarta"
"El basket podrá ser
independiente cuando pueda depender de sí mismo"
"Soy
barcelonista de corazón y me he llevado bien con todos los
presidentes con los que he estado"
"Lo
más importante para que un club sea ganador es tener calidad y
comportarse como un equipo"
Santi Nolla / Director
de MD
03/12/04
03:00 h.
¿Cómo
observa hoy lo que le pasó en sus últimos meses en el Barça?
La reflexión que hago es que sin
duda acerté cuando decidí dejar de ser entrenador del balonmano
del Barcelona, de acuerdo con el presidente. Sin esa decisión
hubieran sido unos meses muy duros y difícilmente hubiéramos
ganado algún título.
¿Le forzaron a tomar esa
decisión?
En absoluto. Fue totalmente mía,
viendo lo que podía venir, después de estar 20 años en el
Barcelona.
Podría ser más explícito
Era una situación complicada.
Llevaba 20 años en el Barça y un día u otro tenía que decir
basta. Había situaciones que no me gustaban y entendí que lo
mejor para que ese equipo ganara títulos era anunciar que me iría.
Y acerté totalmente. El equipo quedó primero o segundo, como
siempre ha acabado en estos últimos 20 años, siendo la única
sección que lo ha conseguido y, sobre todo, pudimos lograr la
Copa del Rey, título número 70 del equipo siendo yo entrenador.
¿Por qué le eligió el
presidente para ser responsable de secciones?
Él me lo pidió y yo le dije que
para mí era un sueño. Si hubiera pensado que la gente de la
sección de basket me recibiría como lo hizo, no lo hubiera
aceptado nunca. Ni por asomo pensé que podía tener el rechazo de
los hombres importantes de la sección de baloncesto. Si hubiera
pensado que existía sólo un 10% del rechazo que existió no lo
hubiera aceptado.
¿Fue un error?
No fue un error aceptar el cargo,
ni que me lo propusieran, pero está claro que de haber sabido el
rechazo que había no tenía ninguna necesidad de sufrir eso.
La gente fuerte del basket eran
tres personas: Bartoméu, Pesic y Maceiras
Ahora sólo queda una.
Epi dijo el domingo pasado que
el Barça hizo lo correcto al destituir a Pesic
Es así. Mire, yo creo que nadie
en el club puede dudar o no saber como soy y pienso que había
gente que no quería que se produjera mi nombramiento. El
presidente y la mayoría de la Junta sí que quería. Yo entiendo
que cuando una directiva toma una decisión, quien no esté de
acuerdo debe irse a la calle y si acepta esa decisión debe no
incordiar ni hacer daño. Y no se produjo eso. Hubo gente que
aceptó que fuera director general y cuando salió empezó a hacer
daño. Gente de dentro de la sección que llegó a filtrar
mentiras.
¿Han ido a hacerle daño?
Dijeron que yo quería fichar. No
es cierto, yo no quería fichar. Mi objetivo era poner las normas
para que se hicieran los fichajes o cómo debían ser los
contratos. Yo no me voy a poner a saber más que Manolo Flores o
Juan Montes. Eso sí, yo pongo a gente de mi confianza. ¿Por qué
no hubieron problemas con el hockey y trabajamos tan bien? Se
quiso inculcar la idea de que sería yo quien ficharía porque
interesaba lanzar esa idea, porque interesaba hacerme daño, que
no entrara ahí.
¿Le rechazaron porque no era
del basket?
En una reunión dije que si
hubiera venido un chino, no hubiera tenido problemas.
Hay gente que piensa que hubo
una cuestión personal entre usted y Pesic
Todo son cosas que han interesado
decir. Mire, a mí Pesic me dijo que si hablaba conmigo por teléfono
podría tener problemas en el club. La salida de tono de Pesic
vino porque estaba influenciado por alguien. ¿A quién le puede
molestar que una persona del club pueda ver un entrenamiento? ¿Trabajamos
en contra uno de los otros? Pero bueno, ahora yo estoy muy bien.
Tengo descanso y tranquilidad.
Usted siempre ha destacado el
papel del presidente Laporta
Se portó fenomenal. Soy un
barcelonista de corazón y me he llevado bien con todos los
presidentes que he tenido.
Debe ser porque es un buen
barcelonista, porque por ser relaciones públicas seguro que no
Seguro que no. Con Núñez fue de
menos a más, firmé por cinco meses, por un año y fue una
amistad que se fue haciendo poco a poco. Recuerdo que en el tercer
año se fichó a un entrenador a mitad de temporada, luego ganamos
la Liga y Recopa y ese entrenador no pudo ejercer. Me lo tuve que
ganar. Mi relación no empezó así, él vio como me entregaba y
esa entrega la han visto los tres. Ese ha sido mi salvoconducto
para estar 20 años con tres presidentes diferentes.
¿Con Gaspart?
Siempre le agradeceré cómo ha
tratado a mi familia y a mí. Después de irse del Barça ha
seguido tratándome de forma exquisita y con cariño.
¿Con Laporta?
No nos pintaron bien el inicio
porque todo el mundo me asociaba a un presidente y colocaba a
Laporta en el lado contrario. Sin embargo, nos entendimos a la
perfección y mantenemos una buena amistad.
¿Con Bartoméu también?
La primera vez que hablé con
Bartoméu quedó en que me volvería a llamar y lo hizo más tarde
de lo acordado. Eso se repitió otra vez. Posteriormente quedamos
para una comida y se presentó tarde. Yo le dije: “¿La manera
de tratarme va a ser ésta? No estoy acostumbrado a que me digan
que van a llamarme y no me llamen y quedar a una hora y llegar más
tarde. Si es así llegamos a un acuerdo y lo dejamos”. Esa fue
mi primera comida con Bartoméu. Él se disculpó. Ese fue mi
inicio con el responsable. Pero todas las conversaciones que he
tenido con Laporta siempre nos hemos entendido. Nadie me puede
negar que soy directo y digo las cosas a la cara y eso a Laporta
le gusta.
La gente no entiende que se
fuera por una pancarta
Me equivoqué ahí.
En decirlo o en cumplirlo
En decirlo. Esa noche con Mònica
Terribas hablé con el corazón, no lo hice para que mi mensaje
llegara a un señor que el primer día del basket en el Palau llegó
con tres pancartas en la bolsa y sólo puso una porque se dio
cuenta que no venía al caso. O que llegara cuando faltaban cinco
minutos para acabar el segundo cuarto, pusiera la pancarta y se
marchara. No hablé para esa gente. Ese día hablaba para la gente
del Palau que sabía que me entregaba y que sólo tomaba
decisiones pensando en el Barça, no pensando en mí mismo.
Usted se refería a la gente
del Palau con la que compartió tantos éxitos
Esa era la idea, pero también
dije una o dos pancartas. Si después de todo lo que me he
entregado, había un pequeño porcentaje de gente que no me quería,
no debía seguir.
Pero a veces hay que gente que
es utilizada
Ahí voy yo. Sé que lo que dije
en televisión provocó en algunos pensar: “Ya lo tenemos”. Y
por eso digo que fue un error. Yo tenía que haber dicho lo mismo
y añadir que pondría el cargo en manos del presidente porque no
podía dejarle con la espalda descubierta. No pensé que eso se
pudiera utilizar. El primer dia que fuimos al Palau no pasa nada,
sólo aquella pancarta a la que me refería, y solo había
criticas por los abonos y los asientos. Nadie habló de Valero.
Eso fue un jueves y el domingo no había nadie para presidir el
partido, y no hablo del presidente que él ya estuvo en el primer
encuentro en el Palau que era lo que debía hacer, me refiero al
responsable que se había querido quedar en la sección de basket
y como no estaba él, tuve que presidir yo. El día que Pesic
volvió al Palau tampoco estuvo ese señor presidiendo. Son dos
casualidades.
¿Qué interpreta?
Que las casualidades no existen.
Hice lo que tenía que hacer, porque sigo queriendo que la gente
crea en mí.
¿Es igual un vestuario de
basket, balonmano, hockey o fútbol?
Se puede gestionar más o menos
igual. El fútbol es al que nos debemos, ya que gracias a él
existen las secciones, pero hay parámetros que deben ser los
mismos para todos.
¿Cuáles?
Hemos de seguir la línea marcada
por el club. Eso me parece muy bien. El fondo debe ser el mismo.
En los contratos sólo deben variar las cantidades, pero la idea
ha de ser la misma. El comportamiento del grupo en la pista y
fuera debe tener una misma característica que haga honor al club,
que toda la gente que esté en los equipos demuestren su
compromiso. Eso es básico. Ahora, que haya un club dentro del
club, no lo considero y esa es la base por la que empezó el
problema.
La independencia del basket
Aquí sólo se puede ser
independiente cuando se pueda depender de sí mismo. Si no, no es
posible.
¿Qué es lo más importante
para que un equipo sea ganador?
Primero tener calidad y después
comportarse como equipo. Sin calidad no se puede ganar, pero si no
te comportas como un equipo, tampoco. Para que un equipo sea
grande debe haber continuidad y eso se consigue con calidad y
comportamiento como equipo. En todo.
¿Quién ha de velar por eso?
El entrenador es la parte más
importante. Para que haya continuidad en el trabajo y en los éxitos
debe haber un buen entrenador muy apoyado. Ese apoyo, que yo he
sentido con todos los presidentes, es lo que te da fuerza con los
jugadores. Cuando un jugador cree que puede ganarle un pulso al
entrenador, el técnico está muerto.
Usted da charlas a las empresas
¿qué les explica?
Formación y trabajo en equipo,
liderazgo: les expongo lo que he he hecho y por qué. Y les digo
que hay que ser fuertes con los fuertes, no fuertes con los débiles.
Si queremos estar tiempo en la empresa, sin duda debemos demostrar
nuestra autoridad moral, no la que te da el cargo. Ser fuerte con
el débil es de cobarde y de mal gestor.
¿Qué es lo que más le
preguntan?
Cuál ha sido el criterio para
contratar o en qué me baso para despedir o exigir.
¿Y en qué se basa?
En que nunca al jefe le puedan
decir: “¿Y tú qué?”. Tan sencillo. Mire, en disciplina, yo
pago el doble. Si ellos deben estar hasta las 12.30, yo hasta las
12.30. Entrega absoluta, el primero. Que nunca nadie te pueda
decir: ”Tú hablas mucho, pero ¿tú, qué?” Yo eso se lo he
dicho a un entrenador.
Debía ser usted un jugador difícil
Sí. Yo dejé de ser capitán del
equipo porque en una cena de todas las secciones con Núñez,
hablaron todos los capitanes: el de basket, Manolo Flores, el de
hockey, Villacorta, y en balonmano habló mi amigo Patxi Pagoaga (que
en paz descanse) porque era más simpático. Ese fue el segundo día
que me conoció Núñez. Al acabar la cena le dije que nunca más
sería capitán. Me quiso convencer para que recapacitara y le
contesté: póngase usted en mi lugar, decida y yo haré lo que
usted decida. No me dijo nada. No fui capitán
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