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Dimas buscarà un 4º Oro Olímpico consecutivo

 

 

 

 

Dimas buscará un cuarto oro olímpico consecutivo, con el añadido de que está en casa

 

 

El héroe de casa

PYRROS DIMAS · GRECIA · HALTEROFILIA

13/08/04  03:00 h. e la emigración al Olimpo, Pyrros Dimas siente sobre sus anchas espaldas no sólo el peso que levanta físicamente desde hace muchos años. También se apoyan en él millones de griegos que esperan verle convertido en el símbolo local justo cuando la fiesta olímpica regresa a sus orígenes. De Albania, su tierra natal, al honor de ser abanderado de la delegación griega mañana en el desfile inaugural dista un camino de éxitos increíble: tres oros consecutivos en su categoría desde Barcelona-92 y quién sabe si el cuarto en Atenas, dentro de unos días, bajo el éxtasis de todo un país. Sólo otros tres deportistas han logrado cuatro oros consecutivos en la misma prueba y en otros tantos Juegos de la era moderna.

No es Dimas el único que está a punto de lograrlo. Curiosamente, ese mismo objetivo está al alcance de otro griego, éste de origen georgiano, y también haltera, Akakios Kakiasvilis, que también se adueñó del oro en Barcelona, Atlanta y Sydney. Pero Dimas ha calado más en su país de adopción y la bandera griega en la inauguración reposará en sus manos. Será otro momento cumbre en la trayectoria de un hombre de 32 años y 85 kilos que levanta, en el total olímpico, entre cuatro y cinco veces su peso corporal. Su pasaporte cambió en 1990, cuando emigró de Albania aprovechando el interés de la federación griega en busca de talentos y rescató del pasado unos abuelos griegos. Dejó de llamarse Dhima y Grecia dio la bienvenida a Dimas. Desde entonces, y pese a almacenar siete títulos mundiales, su vida se explica en ciclos olímpicos y gestas guardadas en la retina del aficionado griego como la de su primer oro en Barcelona-92, seguramente uno de los más igualados de la historia olímpica. Empató en el total (370 kgs.) con otros dos halteras, de modo que el título debía ser para el levantador que diera menos peso corporal. Pero en la báscula hubo otro empate, gramos incluidos, y Dimas acabó recibiendo la corona gracias al turno en que compitió, al haber levantado su total antes que sus competidores.

En 1996 unió a su segundo oro el récord mundial, lo que le abrió las puertas a un homenaje en el templo de Zeus a su regreso a Grecia. En Sydney completó el trío con la mayor marca (390 kilos). En Atenas tiene al alcance el cuarto, pero no será fácil.

Lesionado en el último Europeo, la ausencia de resultados ha sido la nota dominante en el último ciclo olímpico, aunque esas ausencias prolongadas, que levantaban suspicacias entre sus rivales, ya las había repetido antes. Por si acaso, buscará suerte en alguna conexión mágica con el número 11, su amuleto. En Barcelona le tocó la taquilla 11, conoció a su mujer el mismo día de un mes de junio, en Atlanta se alojó en el edificio 11 de la villa y en el 99 ganó el Mundial tras morar en la habitación 11 de su hotel

 

 


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