José M. R. Delgado, neurobiólogo, es uno de los pocos científicos españoles con proyección mundial. Catedrático
en Yale (EE. UU .) durante veintidós años, acaba de resumir sus investigaciones sobre la fisiología del cerebro, en las
que desarrolló
métodos propios para su exploración y estimulación eléctrica para influir en el comportamiento del
individuo, en un libro:
"La felicidad". Satisfacción, placer, alegría, amor... forman parte de la terminología de una obra
que sus colegas médicos
y científicos contemplan con excepticismo, cuando no con abierta hostilidad. A pesar de
todo,
el profesor Delgado se declara rotundamente feliz.
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- Sus colegas recibieron su última obra con excepticismo.
-Con exceptismo no, sino con hostilidad que es peor todavía. Les
cuesta trabajo bajar de sus torres
de marfil para aplicar sus conocimientos a la vida real. Al científico suele faltarle esta orientación
filosófica que es completamente necesaria. Pero afortunadamente
existen notables precedentes en
sentido contrario: Ramón y Cajal
por ejemplo aplicaba su ciencia
a la vida práctica.
- ¿Es usted feliz?
Y o aplico mis conocimientos
neurobiológicos a mi propia vida
y la contestación a su pregunta es
un rotundo sí. Creo que tengo un
nivel de felicidad un poco mayor
que el resto de los seres humanos.
-¿Cómo lo consigue?
-La canción habla de salud, dinero y amor, pero éstos son únicamente tres elementos de una
constelación mucho más compleja. En el libro se dan numerosos consejos que yo resumiría en
uno: la felicidad se consigue con la Interpretacion positiva del mundo que nos
rodea. Y esto como el nadar o caminar, es algo que se puede aprender.
-¿Hay alguna receta secreta?
-El secreto de la felicidad no se basa en fórmulas mágicas, sino en darte cuenta de que eres feliz,
prolongar esta situación y el que
enseñen. Porque la felicidad
como la música, tienen que enseñarte a apreciarla para que puedas gozar de ella.
-Usted apunta la posibilid
de que las generaciones futuras
sean potencialmente más felices
¿Cómo debo, pues, educacar a mis hijos?
-Desarrollándoles su potencial
de inteligencia, de libertad y de
sensibilidad. Repito de igual mnera que se puede cultivar el oído
musical se puede enseñar la pcofisiología de la felicidad, pues
cuando llegas a conocer cuáles son
los mecanismos que te hacen feliz
puedes utilizarlos. Ejemplo: el cerebro es capaz de leer las facciones
de tu cara y obrar en consecuecia.Consejo: sonríe.
-Y el dinero, ¿da la felicidad?
-El dinero ayuda pero no es
imprescindible. La prueba es que
gente con poco dinero puede ser
más feliz que otra con muchísimo.
Un nivel mínimo sí que hace pues si tienes hambre, estás
en paro o tienes a tu familia sin techo
resulta más difícil ser feliz. Resumiendo: una cantidad mínima sí,
una cantidad máxima no. Yo creo
que una economía media que poseen la mayoría de los españoles es
suficiente para conseguirla.
-Felicidad: ¿placer?
-El placer en términos neubiológicos es un refuerzo positivo.
A los animales -gatos o monos-,
no se les puede preguntar si son felices, porque la felicidad es un
concepto puramente humano. En
cambio sí que les puedes preguntar "¿te gusta?, ¿te da placer?". En
nuestras investigaciones enseñamos a monos y a perros a apretar
palancas que estimulaban su cere
bro. Así descubrimos las zonas de
placer.
-¿Cómo respondían los monos
ante esta estimulación cerebral?
-Intentar repetir la situación.
Apretar la palanquita cien veces.
mil veces, cinco mil veces por hora. Pero el placer es fundamentalmente sensorial. Te da placer lo
que recibes a través de tus sentidos, la felicidad es un estado fundamentalmente mental, mucho y
más complejo, más profundo. El
placer lo compartimos con los animales, mientras la felicidad es
fundamentalmente humana.
-¿ Con las drogas se puede conseguir la felicidad? ,
-Sí, porque la felicidad es una sensación que tú percibes de muchas maneras. Hoy en día
sabemos
que hay una colección de sustancias producidas en nuestro propio
cerebro, como los péptidos opiáceos, que nos dan placer. Pero hay
que distinguir entre éstas, ante las cuales nuestro organismo no ofrece reacciones negativas, y aquellas, como la heroína, con las que
pronto tienes que empezar a aumentar la dosis y que además te
destrozan física y psíquicamente.Estas drogas producen un placer
momentáneo pero, a continuación, la tragedia total de la dependencia. Esto
demuestra que existe
un fundamento químico o eléctrico de nuestras respuestas cerebrales.
-¿No abre ello la posibilidad
de materializar la ficción de "Un
mundo feliz"?
-El "Mundo feliz" de Huxley
es una tontería, ciencia-ficción. El
ser humano tiene que sufrir y a lo
único que podemos aspirar es a
mejorar sus condiciones de felicidad. Pero de ahí a erradicar la desgracia...
-El filme "La naranja mecánica demuestra una aplicación brutal
del control físico de la mente.
-Esta película se basa en algunos de los estudios que realizamos
nosotros, pero es una parodia.
Afortunadamente, no se podrá
nunca manipular multitudes mediante el sistema de electrodos implantados. Sin embargo, hay dos
procedimientos muy recientes
que sí que ofrecen el máximo peligro. Uno son las drogas, otro la
educación. Personalmente, pienso
que la infiltración ideológica es el
más peligroso de todos, baste observar el ejemplo iraní. ¿Solución?: democratizar la ciencia.
Si
tú le enseñas al individuo cómo le
manipulan, será mucho más difícil que lo consigan.
La sociedad es el medio
-¿La fe ayuda?
-Es un elemento más, como el
dinero o como el amor. Pero cuidado. la fe es una inculcación cultural que se le da a los niños sin su
consentimiento, sea musulmana,
budista o cristiana. Es cuando eres
mayor que tienes que pensar ..yo
soy así" y aprovechar inteligentemente tu potencialidad para ser
feliz.
-Los genes jugarán algún papel.
-Los genes son simplemente
ventanas abiertas al espacio exterior. Hay una propensión para
aprender determinadas cosas pero
todo dependerá de lo que venga de
fuera.
-Entonces. ¿la felicidad es un
logro social o personal?
-La sociedad es el medio porque la felicidad solamente la sientes tú.
-¿Es más fácil ser feliz o infeliz?
-Esta demostrado en animales
y se puede extrapolar, que las zonas cerebrales del placer ocupan
un 30 por ciento, mientras las zonas del dolor conforman únicamente el 5 por ciento.
Nuestro cerebro está más desarrollado para
lo primero. Potenciémoslo.
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