El ejemplo “yo-yo”
Xavi Torres.
Periodista
Sport 31-8-2010
Jornada 1, primer
espectáculo. Lo de
Messi es de sueño;
lo de Xavi, una
exhibición; Iniesta
ha vuelto y Villa ya
maravilla. Lo dijo
el filósofo
Guardiola y lo
corrobora “su”
gente: nos vamos a
divertir. Mientras,
en Italia,
Ibrahimovic llenó su
vacía bolsa de ego.
San Siro lo aclamó,
saludó sobre una
alfombra roja y vio
el partido pensando
“ojalá pierdan para
convertirme en el
salvador”. Punto y
final a la “era Ibra”
en el Camp Nou. Una
lástima. Excelente
futbolista sin
inteligencia para
triunfar en este
club tan especial y
en este sistema tan
particular. No ha
entendido nada. No
ha sabido dar un
paso atrás y
reconocer que Messi
es mejor y que
incluso Xavi e
Iniesta brillan más
que él pero que
teniéndolos de
aliados se hubiera
convertido, más
pronto que tarde, en
“Balón de Oro” y en
campeón de Europa,
su sueño. Su ego no
lo ha podido
soportar. Y tampoco
que su porte altivo
fuera extraño en un
vestuario terrenal.
No ha entendido que
la humidad, la
solidaridad y el
compromiso son los
valores que han
llevado al equipo a
convertirse en el
mejor del mundo y en
un referente para
cualquier
aficionado, técnico,
directivo y jugador
de fútbol. Sí,
también para los
futbolistas, sus
colegas, egoístas
como él pero mucho
más listos: todos
quieren venir.
“Claro”, pensarán,
“¡rodeado de éstos
yo voy a ganarlo
todo!”. Si no es la
estrella, nada
sirve; si no es
portada cada día la
filosofía del club
no es la acertada;
si su técnico no lo
acaricia es que lo
evita. Sólo “yo, yo
y yo”. Aquí no cabe.
Que sirva de ejemplo
para cualquier
vestuario y para
cualquier persona de
cualquier ámbito. El
paso del sueco por
Barcelona ha sido
una ruina económica,
un fracaso deportivo
y una decepción
personal. En Milán
seguro que le irá
mejor (esperamos
mucho de él en la
Champions ante el
Madrid). Seguramente
allí no habrá
filósofos “anti
yo-yo” y su Ferrari
encontrará los
“hermanos” que nunca
tuvo en el parking
del Camp Nou.
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