LA
ENTREVISTA CON GISELA PULIDO, PENTACAMPEONA DEL MUNDO DE 'KITESURF'
Gisela
Pulido:
"El
colegio es lo único que me mantiene cerca de mi generación"
'Campeonó'
a los 10, 11, 12, 13 y 14 años.
No
hay campeona más joven que ella. Ni más guapa.
--Para que se haga cargo del tipo de entrevista: campeona del mundo más
joven de la historia, récord Guinness en precocidad, cinco títulos
consecutivos, escuela propia de kitesurf (Gisela Pulido Pro
Center), cometa exclusiva para usted, tabla con su nombre,
patrocinadores personales (Movistar y Red Bull), protagonista del filme
Perfect Moment, recién estrenado, y acaba de trasladarse a una
casa en Tarifa con una habitación desde la que se puede lanzar al mar.
Me río yo de Julia Roberts, la verdad.
--Bueno, visto así, todo es muy lindo, sí, pero detrás de esos logros
hay, créame, mucho sacrificio, muchas horas de entrenamiento, mucha
soledad, muchos viajes y una vida alejada de muchas cosas. Por ejemplo,
una vida con mi padre, Juanma, pero sin mi madre, Montserrat.
--No, no, es evidente que no todo es coser y cantar, y menos
tratándose de una niña. Porque ¿usted todavía se sigue sintiendo una
niña?
--Todo esto te hace crecer más rápido de lo normal, pero es verdad que
el hecho de que papá y yo decidiésemos, por mi afición y pasión casi
profesional al kitesurf, trasladarnos a vivir a Tarifa y mamá se
quedase en Premià de Mar por su trabajo ha sido algo muy duro de asumir.
Mamá es un cielo, y que yo tenga el mejor padre de la tierra, que,
además, es mi entrenador, no significa que lleve bien esa lejanía.
--Ya veo que es usted una de esas chicas que tiene un papá
multiusos.
--Pues, sí... ¡ha logrado usted bingo! O yo. Es duro vivir lejos de
mamá, echo mucho de menos su presencia, pero papá se las apaña de cine.
Cumple a las mil maravillas con todos sus papeles. Es un gran padre,
excelente entrenador --y eso que, al principio, se negaba a que le
imitase con el kitesurf porque lo consideraba muy peligroso--, es
una gran niñera, se defiende en la cocina y lava y plancha la ropa como
nadie. Hace todo lo que haría una madre. Y bien.
--O sea, que eso de hacer de saltimbanqui sobre el agua impulsada por
una cometa es peligroso.
--Antes mucho más que ahora. Yo empecé con 8 años y, claro, era una
pluma y papá temía que me hiciese daño. La gente cree que, como te
estrellas contra el agua, no te haces daño. Y, si aterrizas tras una
voltereta altísima y pierdes el control de la cometa, cuando chocas
contra el agua es como si chocases contra el suelo. La suerte es que
ahora las cometas tienen una cuerda en el centro que se puede utilizar
de freno de mano: la accionas cuando ves peligro y la cometa se queda
sin aire.
--¿Quién inventa esas piruetas?
--Están ya todas inventadas por otros deportes de riesgo. Nosotros solo
las copiamos, les damos un toque personal y las escenificamos a nuestra
manera. Antes eran siempre los chicos los que las implantaban en el
circuito, pero las chicas cada vez nos atrevemos más y empezamos a
quitarles protagonismo a ellos.
--Usted le quitó el récord Guinness de precocidad a un chico, ¿no?
--Hasta que yo conquisté mi primer título mundial, a los 10 años, el
campeón deportivo más joven de la historia era Roby Naish, un alemán que
vive en Hawái, que ganó el cetro mundial de windsurfing con 13
años.
--México, Venezuela, Canadá, Australia, Brasil, Chile, República
Dominicana... No para de dar vueltas.
--Si logras entrar en el circuito de la PKRA (Professional Kiteboard
Roders Association), que es como la F-1 del kitesurf, estás
obligada a participar en 10 grandes premios, así que, sí, viajo mucho,
pero no como quisiera.
--Sospecho que aún es difícil vivir de esto, ganar dinero con esto.
--Los premios solo cubren nuestros gastos, el billete, el hotel y la
comida mía y de papá, aunque cuento con mis patrocinadores personales (Movistar
y Red Bull) y puedo ahorrar un poquito. Pero no me refería solo al
dinero, eso no es tan importante, de momento. Me refería a que yo llego
con el tiempo justo a cada competición, mientras que mis rivales llegan
con una semana de antelación y conocen mejor el mar y el viento de la
zona, pues han tenido tiempo de entrenarse y yo, no.
--¿Por qué no va antes, como ellas?
--Porque prefiero estar en el cole y no perder clases. Para mis padres y
para mí, el cole es sagrado. No quiero perder mi infancia. Mi amigo
Aaron Hadlow, el campeón masculino, cursó sus estudios por internet y ha
perdido la infancia. Es también pentacampeón, pero no tiene amigos de su
edad. Yo también me relaciono con gente mayor que yo, pero, en cuanto
puedo, vuelvo al colegio para estar con la gente de mi edad. Te lo
recomiendan hasta los psicólogos. El cole es lo único que me mantiene
cerca de mi generación.
--Habiendo empezado tan joven, de niña, ¿no teme cansarse antes?
--De momento, me lo paso tan bien que intento disfrutar lo máximo
posible. Creo que aún tengo cuerda para rato. Al menos, hasta los 22 o
así. Pero seguro que un día llegará alguien que me ganará. No sé si tan
joven como yo, pero me ganará, fijo. Es ley de vida. No hay más.
Entrevista:
EMILIO PÉREZ DE ROZAS
3/1/2009
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